Mi trabajo ha sido multidisciplinar durante años y lo sigue siendo. Esto me ha permitido alcanzar conocimiento en muchas técnicas y ahora puedo fluir sin traba mientras trabajo, para decir lo que me apetece. Me siento como uno de esos cocineros que disponen de muchos ingredientes. Me gusta que la intención se haga realidad antes de que el pensamiento pretenda controlarlo todo demasiado, para así sorprenderme y aprender de lo que aparece. Yo considero que el arte es como una especie de ser al que tengo que seducir y respetar para que se encuentre a gusto conmigo, sea mi amigo, se acomode y hable sin mi pero a través mío. Creo que el arte maneja unas reglas misteriosas, pero muy potentes, que armonizan o desarmonizan el mundo, y siento que como artista mi labor es la de un investigador que juega con ellas para aprender y luego compartir lo aprendido o descubierto.
ESTUDIOS Y FORMACIÓN
Estudié diseño gráfico en “Eina”, en Barcelona, y en Madrid encontré pronto buenos trabajos como freelance. Poco después me inicié en la escultura. La compañía de teatro “Petit comité” vio mis esculturas y me pidieron usarlas para sus espectáculos. Me puse a trabajar con ellos. Más tarde montamos una compañía nueva Ramón Colomina y yo. Se llamaba “El gusano impasible”. Espectáculo tras espectáculo fuimos creando un mundo, un trabajo en el que cada uno nos encargábamos de nuestra competencia para después hacer un todo. Ramón se encargaba de la coreografía y el texto y yo de la imagen. Hicimos muchos espectáculos y videos en donde yo me inventaba personajes, vestuarios y objetos que eran también personajes. Filmaba y editaba, y mi trabajo plástico coloreaba el escenario con símbolos que rozando los extremos procuraban hacer vibrar y reflexionar al espectador.
Posteriormente he comenzado a aplicar la investigación plástica en otros campos. Para ello me formé en “El Taller de Joyería”, en Barcelona, lo cual me ha llevado a la talla de minerales y de allí al interés concreto por la plástica detenida, sin narración.